Las nevadas suelen ser recibidas con alegría en esos lugares en los que rara vez cae del cielo. El escenario blanco que se origina puede resultar bonito, agradable e incluso relajante; los niños salen a la calle para hacer muñecos y tirar bolas, mientras que los más mayores disparan fotografías o se congratulan de los bellos paisajes.
Ahora bien, estas nevadas son, por otro lado, foco de múltiples contratiempos para las personas. Cortes en carreteras, fallos de comunicación, desconexiones en el suministro de electricidad, problemas en mantenimiento de fosas septicas accidentes de tráfico sobre el hielo o resbalones en las avenidas se producen a raíz de la primera nevada. Como no podía ser de otra forma, el efecto de la nieve acaba afectando además a los tejados, ya sea en forma de gotera o de otro problema igual de grave.
Saber mantener un tejado en buen estado
La primera nevada del año pondrá de manifiesto todos los problemas que el tejado haya ido acumulando durante meses; será en ese momento cuando los ocupantes se lamentarán de no haber llevado a cabo las tareas de mantenimiento del tejado que hubieran ahorrado muchos problemas a posteriori.
Y es que el mantenimiento de los tejados es fundamental para evitar sorpresas desagradables. Es importante revisar la situación en la que están las tejas para reemplazarlas si están deterioradas o rotas, para recolocar las que se hayan movido y para limpiar las tejas de evacuación y las canaletas.
En caso de que el ocupante de la vivienda haya ignorada estas faenas de mantenimiento del tejado, tampoco hay que agobiarse, ya que esto suele ser lo más habitual entre las personas. No obstante, se puede estar a tiempo de remediar males mayores, por lo que sería conveniente estar pendientes del estado del tejado, que suele ser olvidado muchas veces.
Solicitar la ayuda de profesionales y expertos en el servicio de mantenimientos será ideal para hacer los deberes antes de la primera nevada. Las empresas especializadas en la materia sabrán evaluar los problemas, para poner en marcha luego las recomendaciones sobre la clase de mantenimiento que mejor se adapte al tejado.