¿Qué clase de tejado elegir?

Al elegir un nuevo tejado hay muchos factores a tener en cuenta; el acabado estético y el estilo de arquitectura son importantes, pero aún más lo son la durabilidad del tejado y el precio. En función de estos factores, y después de hacer un balance, se podrá elegir el tejado que más se adapta a la vivienda.

En lo que se refiere al apartado estético, debemos valorar que las tejas de cerámico o de hormigón suelen ser muy utilizadas para los acabados; no obstante, encontramos tejas en formatos como los que nosotros, tecnicos del sector de las cubiertas, te vamos a explicar ahora y que pusimos en desatascos Albacete AlmanExpress:

Teja cerámica plana. Es una clase de teja clásica, muy usada en las edificaciones en los años sesenta. Todavía se continúan fabricando, cada vez con más opciones en lo que a variedad de color se refiere.

Teja de hormigón. Es una clase de teja muy nueva, aunque se comercializa desde hace muchos años comercializándose. Puede asemejarse a la teja cerámica; hoy día también imita un formato parecido al de la teja mixta cerámica. La teja de hormigón plana, Universal, Teide y Gredos son los tipos de teja de hormigón más célebres. Cada vez hay tejas de esta clase con más variedad de texturas y colores.

Teja cerámica mixta. Es una clase de teja muy actual y demandada, tanto para nuevas edificaciones como en rehabilitaciones de viviendas. Su aspecto es parecido al de la teja curva, aunque algo más moderno. Técnica y estéticamente podríamos decir que es mejor que la teja curva. Se trata de una clase de teja muy recomendable, que además aparece en el mercado en la actualidad en varios colores.

Teja cerámica curva o árabe. Están en tejados y edificios muy antiguos como iglesias y conventos; donde más se puede encontrar es en zona rural. Son un formato clásico desde hace lustros, aunque los fabricantes siguen jugando con sus colores, sus dimensiones y sus texturas hoy día.

La crisis económica ha motivado que algunos fabricantes hayan desaparecido o hayan sido adsorbidos por otras compañías; el resultado de ello es que se han dejado de fabricar muchos tipos de tejas, con el problema que esto supone a la hora de afrontar intervenciones en los tejados. Las zonas de montaña siguen recurriendo a la pizarra en muchos casos para sus edificios y casas.

Tampoco podemos descuidar lo que hay debajo del tejado; es en este sentido donde el aislamiento térmico se convierte en una opción muy aconsejable en el momento de rehabilitar el tejado o de instalarlo desde cero. La lana de vidrio o lana mineral y el poliestireno extruido machihembrado son los aislantes más comunes y eficientes.

El poliestireno extruido aparece en placas con espesores desde treinta milímetros; son ideales para aislar la vivienda del exterior. Cuanto más espesor tenga la placa, más aislará, por lo que su uso dependerá en buena parte del clima en el que se inserte la vivienda. Por su parte, la lana de vidrio o lana mineral se usa para aislar por medio de rollos con espesores que llegan hasta los ochenta milímetros; se trata de un material bastante más económico que el poliestireno extruido.

El panel sándwich es otro material de aislamiento que se utiliza. En estructuras metálicas aligeradas resulta muy recomendable como aislamiento de base para la colocación de la teja; puede ejercer también como impermeabilizante de la cubierta. Estos paneles tienen espesores que andan entre los treinta y los ciento cincuenta milímetros.