Rehabilitar cubiertas para una vivienda más cómoda y saludable

La envolvente del edificio es muy importante para conseguir una mayor comodidad en el interior de la vivienda, por eso es fundamental que operen de una manera óptima. En las cubiertas de antes de los años ochenta no había ningún tipo de aislamiento, por lo que a partir de ahí se empezó a configurar un diseño que velara por una más alta sostenibilidad del edificio. Y es que hay un gran déficit energético en esas esas cubiertas que carecen de aislamiento térmico, lo que a su vez deriva en una menor comodidad térmica dentro de la casa y en la proliferación de humedades por condensación.

Rehabilitar cubiertas en función de la tipología

La composición constructiva de las cubiertas determina su funcionamiento. Rehabilitar cubiertas con aislamiento térmico requiere de unos estudios previos y de unos análisis de la situación importantes; no obstante, podemos destacar dos tipos de cubiertas, las inclinadas y las planas.

Para rehabilitar las cubiertas planas, el poliestireno extruido usado como aislante sería una buena idea, pues conformaría una cubierta invertida. Podría aplicarse por el exterior, por lo que el resultado sería una cubierta con la misma altura libre que había antes de rehabilitar. Si se va a impermeabilizar, podemos aprovechar para incluir una plancha de aislamiento rígido que se base en poliestireno, extruido o de poliisocianurato.

Para rehabilitar las cubiertas inclinadas, puede aislarse por debajo de la cobertura de pizarras o tejas. Así se combatirán además los desniveles de faldones afectados por las cargas y por la acción de los años. En este sentido, los aislantes más aconsejables son también los de poliestireno. No hay que olvidar que estas dos rehabilitaciones aportan un ahorro de energía y de dinero, mejora la sensación térmica de dentro de la vivienda y ayudan a conservar mejor el medio ambiente.

Rehabilitar cubiertas de edificios tradicionales

La arquitectura tradicional suele sufrir problemas térmicos en sus cubiertas, por las que se fuga el calor almacenado en el interior; la estructura de madera suele ser uno de los males que favorece este escenario adverso en lo que a la eficiencia energética se refiere. Y es que los espacios que estaban bajo cubiertas no solían ser habitados antaño, sino que se usaban como trasteros o despensas, por lo que bastaba con las tejas y las maderas para protegerlos.

Pero con el paso de los años, esos mismos espacios se han ido haciendo habitables, por lo que las exigencias de comodidad térmica de los inquilinos se han hecho mayores. Por tanto, lo aconsejable es afrontar la rehabilitación de cubiertas para los lugares abuhardillados en los que vivirán personas, algo que deberá hacerse de la manera más sencilla posible para no alterar la identidad del edificio.

Los paneles de sándwich de madera y poliestireno extruido podrían serían una buena vía para respetar la estructura de la vivienda; luego bastaría con instalar sobre estos paneles una lámina impermeable que transpirara, la cual se remataría con rastreles fijados de manera mecánica (ahí se colocarían las tejas de cubierta).

Rehabilitación de tejados de pizarra

Llevar a cabo las tareas de rehabilitación de un tejado de pizarra será algo necesario en muchos casos. Y es que estos tejados pueden padecer el paso del tiempo, bien por haberse colocado con materiales defectuosos en un primer momento o bien por no beneficiarse de las tareas de mantenimiento pertinente.

Lo conveniente es no apurar la situación hasta el extremo, porque las tejas podrían sufrir graves daños; es decir, se aconseja acometer la rehabilitación del tejado de pizarra justo cuando empiecen a detectarse las primeras humedades, filtraciones y goteras en la vivienda.

Hay que tener muy presente que los tejados de pizarra precisan de un mimo y una atención altos en su reparación y rehabilitación. Por tanto, hay que huir de faenas chapuceras o presurosas; los tejados de pizarra no se tratan con cauchos, fibras, telas o siliconas, porque esto sólo empeoraría la situación.

A veces el escenario puede ser tan grave que lo mejor es rehabilitar por completo el tejado de pizarra; en este caso, se puede apostar por el doble rastrelado, efectuado sobre láminas capaces de impermeabilizar, a lo que seguiría la colocación de pizarra de garantías y calidad.

En cualquier caso, la rehabilitación debe contemplar situaciones tales como derrumbes parciales, sustitución de tejas estropeadas o deterioradas, reparaciones de gran envergadura, colocación de aislamientos térmicos o instalación de impermeabilizantes. También puede rehabilitarse el tejado de pizarra merced al cambio de caballete, de lima de beata, de canalón o de ventilación.

Y es que el tejado de pizarra mejorará con la rehabilitación que se le dé, ya sea a través de la técnica del doble rastrel o echando mano de un tablero hidrófugo con resistencia para la humedad. Tampoco podemos dejar pasar por alto el hecho de que las tejas de pizarra son especialmente buenas a la hora de repeler el agua, lo que favorecerá las intervenciones.